Aquí les dejo algunos de esos componentes y una breve descripción del mismo:
Redes sociales
Las redes sociales se han convertido en el nuevo contexto en que los adolescentes (y niños también) han ampliado su rango de alcance. El vertiginoso desarrollo de estas redes ha incrementado las amenazas a la seguridad y al cyberbulling, por lo que nos toca a nosotros orientar en su uso y alertar de las amenazas potenciales a menores.
Identidad digital
La identidad digital no se limita únicamente a nuestros datos personales, sino a todo aquel rastro que vamos conformando con el uso, acciones u omisiones en los diferentes servicios y comunidades de las cuales formamos parte en internet. De ahí la importancia de conformar una identidad digital consistente a la que nosotros hemos creado en el mundo real.
Cyberconvivencia
Nuestra libertad termina en donde comienza la de otros. La convivencia sana, productiva implica no solo saber hablar sino saber escuchar al otro. Nuestros derechos como seres humanos existen con la intención de evitar que la familia humana sufra las consecuencias de los virus que no paran de amenazar a nuestra especie como el egocentrismo, o el complejo de superioridad que solo aparenta justificar el desprecio de aquello que nos es extraño o ajeno.
Cybercivilidad
Ser civilizados significa saber convivir en armonía. Ser ciudadanos significa que todos somos iguales ante la ley. Hoy por hoy, la convivencia y la civilidad se viven también en el mundo virtual, traspasando fronteras. Allí también nos enamoramos, trabajamos, estudiamos, viajamos, compramos, y por supuesto, nos fortalecemos o nos debilitamos como seres humanos. Lo que se hace virtualmente no es distinto de lo que hacemos fuera de internet. Recordemos que no son las tecnologías las que nos benefician o perjudican. Son las relaciones humanas que establecemos las que a fin de cuentas definen ese bienestar.
Nos vemos en la siguiente entrega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario